PCs clónicos: el nacimiento de una industria
Como mi primer post en este club de MS-DOS lo primero será que me presente. Mi nombre es Pedro Javier, Javi para los amigos, y Vampirro en casi todos los medios en los que he participado siempre que he podido. Recientemente para el podcast nº 5 he aportado mi pequeño granito de arena sobre el tema del nacimiento de la industria de los PCs clónicos.
De siempre hay dos cosas que me han apasionado en mi vida. La historia en general y la informática. Por lo tanto, la historia de la informática es algo que me llena de curiosidad, sobre lo que he intentado leer siempre que he podido y sobre lo que me gustaría profundizar mucho más.
Mi tercera pasión no confesada nunca es que me encanta escribir y además sufro lo que yo llamo diarrea verborréica, lo que significa que suelo soltar tochos inmensos por cualquier tontería. No llego al nivel de Logarán de hablar dos horas a partir de una captura, pero para hacerse una idea este es mi tercer párrafo y sólo me estoy presentando, por lo que presiento que este post va a ser muy largo. Prometo intentar no pasarme.
Bien, vamos ya con el tema que nos toca, el nacimiento de la industria de los PCs clónicos. Realmente, es una simplificación de los grandes actores ignorando a muchísima gente muy importante, pero si sólo con los actores que voy a mencionar hay varios libros y documentales nos daremos una idea de lo amplio que puede ser el tema.
Antiguamente (hace como diez años o más) llevaba un blog sobre historias del mundillo de la informática, concretamente el sitio se llamaba Píldoras de historia informática, y en él en todos los posts siempre comentaba lo mismo: tan importante como saber los qués o los cómos es entender los porqués, y la forma de saberlo es buceando en los antecedentes para comprender la mentalidad del momento y las decisiones que se toman.
Podríamos decir que la industria del PC tal y como la conocemos hoy nace con la puesta a la venta del Compaq Portable en marzo de 1983. Este ordenador fue el primer ordenador 100% compatible con el IBM PC y completamente legal. Pero… ¿cómo se llega hasta ahí? Empecemos, ahora sí, con los antecedentes.
El nacimiento del ordenador personal
Viajemos a mediados de los años 70. IBM reina sobre la Tierra Informática con una cuota de mercado de más del 70% del total de la facturación mundial en el mundo de la informática. De todo el dinero que se creaba en el mundo en el sector, el 70%, más de hecho, lo hacía IBM. De todo, hardware, software, servicios, todo. Y eso es mucho dinero, pero sobre todo mucho, muchísimo poder.
Los ordenadores en esos momentos están en los centros de cálculo de las empresas gubernamentales (sí, el manido ejemplo de la NASA), centros de educación (universidades) y grandes empresas, pero cada vez son más potentes, más pequeños y más baratos, hasta el punto de que a las medianas empresas llegaba a compensarles comprarse un miniordenador para llevar temas como la gestión de nóminas y similares. Y sólo les ocupaba un armario. Y hasta podía estar a temperatura ambiente y todo.
Sin embargo la década de los 70 trajo muchos adelantos en miniaturización de componentes. El más importante y el que a la postre permitiría el nacimiento del microordenador, fue la invención del microprocesador por parte de Intel con el Intel 4004 en 1971. Aunque para los estándares actuales era insultantemente básico, implementaba numerosos componentes esenciales en cualquier ordenador en un único chip. Posteriormente, en abril de 1972, Intel lanzó el 8008, mucho más potente y más parecido a lo que entendemos hoy en día por un microprocesador. A partir de ahí, poco a poco fueron surgiendo proyectos entre aficionados que fueron diseñando y montando pequeños ordenadores domésticos cuyo principal logro era que funcionaban.
Así saltamos hasta 1975, con el lanzamiento del MITS Altair 8800. La historia de este ordenador está muy documentada por dos motivos principales. El primero, al ser el primer microordenador con éxito de ventas es considerado como el pistoletazo de salida de la insdustria microinformática. El segundo, es que dos jóvenes estudiantes de Harvard montaron una empresa de software para vender un BASIC que habían hecho para este ordenador. Sí, hablamos de Microsoft.
Pero 1975 también es importante porque IBM, el gigante azul que marcaba el ritmo al que bailaba el mundo de la informática, sacaba su primer ordenador personal, el IBM PC 5100 Portable Computer. En el enlace a la Wikipedia podéis ver más del ordenador, pero así como características principal del cacharro destacamos:
- Procesador IBM PALM de 16 bits a 1.9 Mhz
- De 16 a 64 bytes de RAM
- Almacenamiento en cartuchos de cinta magnética
- Monitor CRT de 5″, aunque tenía salida para uno externo
- 25 Kg de peso
- $8.976 de precio de salida el modelo básico.
Y aquí tenemos el primer anuncio del ordenador, de 1977 creo que es.
No tengo ni idea de cuántos de estos ordenadores vendió IBM pero aventuro que una cantidad irrisoria. En 1978 recibió una actualización, el IBM PC 5110 Portable Computer era en esencia el mismo pero con algunos cambios como la adaptación al modelo EDBIC de IBM en ves de ASCII y un cambio en el puerto I/O para poder ponerle diskettera. Estos cambios, dicho sea de paso, hacían que parte del software fuera incompatible, pero en fin. En esos tiempos a la gente no solía importante demasiado la compatibilidad hacia atrás.
Contando manzanas
Pero el caso es que para 1978, año de salida del IBM PC 5110, el sector de la microinformática tenía ya tres años y un crecimiento exponencial. En sólo tres años las empresas que diseñaban y vendían ordenadores personales crecían salían como setas y se podía ya hablar de una industria. El primer líder de la misma, MITS con el Altair, tuvo un reinado de aproximadamente un año y fue absorbida y desbancada, y ahora en 1978 teníamos tres empresas que se disputaban el liderazgo: Commodore con el PET, Texas Instruments con el TRS-80 y Apple Computers con el Apple ][.
De los tres, Apple era el pez más pequeño en cuanto a ventas, pero sin embargo era el más mediático de todos, el más carismático y, sobre todo, el que más futuro a corto plazo tenía. ¿Y eso por qué?
Cuando Apple Computers se fundó el 1 de abril de 1976 más o menos mantenía la mentalidad de la época. Es decir, que el mercado de los ordenadores personales estaba en tres sectores: el de los aficionados a la informática, pequeño pero auténticos early adopters que saben lo que compran y que pueden ser influencers setenteros en su entorno, el mercado de educación -es decir, colegios y demás- y el mercado doméstico, que es con diferencia el más grande pero al que hay que convencer que un ordenador puede serle útil.
Sin embargo, casi por casualidad, había surgido a finales de los 70 un cuarto mercado, quizá no tan grande en ese momento como el mercado doméstico pero sí muchísimo más rentable que él: el mercado corporativo. Y aquí el Apple ][ era el gran líder de este nicho.
¿Por qué el Apple ][? Por cuatro motivos principales. El primero, la gran cantidad de puertos de expansión del ordenador. Ocho en total. Había sido una de las primeras batallas entre Jobs y Wozniak. Woz ganó en esta ocasión, y eso significaba que el Apple ][ fuera fácilmente adaptable y ampliable, y así un ordenador diseñado para jugar y experimentar pudiera adaptarse para trabajar en la oficina insertándole unas cuantas tarjetas.
El segundo motivo de su éxito es su diseño externo. El Apple ][ parecía una máquina de escribir eléctrica que, además, no tenía ventilación activa. Es decir, no hacía ni un put* ruido. Igual esto te parece una tontería, pero si coges cualquier ordenador coetáneo con el Apple ][ y lo comparas con este te dará la sensación de que es mucho más antiguo. Y otra cosa, el tema de las garantías en los ordenadores no se estilaba mucho. La mayoría daban 90 días como mucho, si es que daban. Apple daba todo un señor año de garantía. Piensa en una oficina que tiene que comprar 10 ordenadores de escritorio y comprenderás lo importante que son estas cosas.
El tercer motivo por el que el Apple ][ se convirtió en el ordenador líder en el sector corporativo fue por su diskettera. Sí. Su unidad de discos lo convirtió en un éxito de ventas y en una máquina de hacer dinero para Apple, porque costaba cuatro perras hacerla y se vendía a $500 así redondeando. Resulta que el diseño de Wozniak fue tan genial que la diskettera de Apple era la más fiable, con los diskettes de mayor capacidad del mercado y aun así… costaba menos de la mitad que cualquier otra unidad de cualquier otro fabricante. Sí querías un ordenador de escritorio con diskettera el Apple ][ era con diferencia la mejor opción.
Pero aun así, había un problema, la justificación de por qué una empresa debería pagar el pastizal que costaba un Apple ][ con una o dos disketteras y todos los extras que se estilaban en los entornos corporativos: una killer application. Y esta fue Visicalc. Visicalc fue la primera hoja de cálculo de la historia. Fue desarrollada para el Apple ][ y, durante un año, fue exclusiva de este ordenador.
Así que, gracias a las características del Apple ][ y a la utilidad de las hojas de cálculo que sólo estaban en los microordenadores, Apple empezó a meterse en las empresas y a ganar dinero a espuertas. De hecho, tras este éxito en el mundo de la empresa Apple viró en su estrategia de mercado y se centró en satisfacer el mercado corporativo con sus dos siguientes ordenadores, el Apple /// -el proyecto continuista que sigue la senda del Apple ][- y el Apple LISA, el ordenador con que esperaba petarlo. También había un miniproyecto llamado Macintosh que sí estaba destinado para el mercado doméstico muy barato, muy pequeño y con un público de un perfil más bajo que el Apple ][.
La reacción del gigante azul
Que Texas Instruments y Commodore se hincharan a vender «juguetes» a los aficionados a la informática a IBM le traía sin cuidado. Pero cuando Apple sale a bolsa y se convierte en la OPV más exitosa desde la salida de Atari y encima las oficinas comienzan a llenarse de ordenadores Apple ][ en IBM algo se mueve.
A ver, nadie entró en pánico ni perdió ninguna noche de sueño, ni tampoco pensaron que IBM debía cambiar o adaptarse a este nuevo mercado. IBM ingresaba en un mes malo más dinero de lo que Apple había ganado en toda su historia. Pero por ignorar el mercado de los miniordenadores con el PDP-1 de DEC habían dado pie a uno de sus más formidables competidores.
Así que desde el gigante azul se quiso probar a ver que tal con un nuevo proyecto llamado Chess, pero este proyecto pese a su nombre era algo menor. Don Stridge, la persona encargada, contaba con un año y diez personas para sacar al mercado un ordenador personal de IBM. Y Don Stridge cumplió… más o menos, dado los recursos con los que contaba. El resultado, el IBM PC 5150. El PC que todos conocemos y con el que los clónicos futuros deberán ser 100% compatibles. He aquí un anuncio de la época del ordenador
El problema de este ordenador y de que sea un proyecto menor y casi sin importancia dentro de la empresa es que no es lo que en esos tiempos se entendía como un ordenador IBM. Por ejemplo, cuando comprabas un ordenador de la serie IBM S/360 prácticamente todo el ordenador te lo ponía IBM. El procesador, las unidades de cinta/disco, los teclados, las impresoras, el sistema operativo, los lenguajes de programación…
El IBM PC 5150 en cambio era un proyecto Frankenstein. IBM más que diseñar y fabricar un ordenador, hizo de ensamblador. Todos los componentes son licenciados salvo uno, la BIOS, que esta sí se diseñó en IBM. Pero las partes más importantes del proyecto eran licenciadas. El procesador, la memoria, las unidades de disco, los puertos, el sistema operativo, incluso el teclado, todo fue licenciado a otras compañías.
Como proyecto Frankenstein que era, el IBM PC no era un ordenador muy espectacular. Su diseño palidecía ante lo que Apple, Commodore o cualquier otro estaban haciendo en la época. Y además era lento -entendiendo lento en su franje de precio, no lo comparemos con ordenadores de menos de la mitad de coste-, porque aunque tenía un procesador de 16 bits no llevaba el Intel 8086 sino el modelo más económico 8088 a 4,75 Mhz, con un bus de 8 bits y por lo tanto con limitaciones a la hora de ampliar la memoria. Pero total, si traía de serie 16 Kbytes, los 64 Kbytes máximo parecían mucho. Por cierto, ¿alguien se acuerda de los binarios .COM de MS-DOS? Salvo el COMMAND.COM, que era especial, todos ocupaban un máximo de 64 Kbytes. Adivinad por qué.
Su precio era de $1.595 de salida, tirado de precio al lado de cualquier otro ordenador de IBM pero que comparado con lo que ofrecía la competencia era caro. Pero es que llevar IBM tiraba mucho y el ordenador lo peta. Su campaña de publicidad, con vídeos con una imitación de Charles Chaplin, lo hacían muy carismático y se convierte casi desde el inicio en el ordenador que más se vende superando al poco al Apple ][, y gracias a ello surge una plétora de empresas tanto de hardware como de software que orbitan alrededor de él. IBM se convierte así para 1982 en el mayor fabricante de ordenadores personales gracias al éxito del ordenador menos IBM que hubiera sacado nunca: el IBM PC.
100% IBM PC compatible
Que IBM fuera un ensamblador en vez de un fabricante, y que su producto tuviera tanto éxito, tuvo una consecuencia inmediata: que era sencillo fabricar un clon suyo. A fin de cuentas, todos los componentes del mismo eran productos de terceros, por lo que sólo había que comprarlos a sus fabricantes y meterlos en una caja. Todos, claro, salvo la BIOS.
La BIOS -acrónimo que significa Basic Input/Output System- no es más que un chip que gestiona el flujo de datos entre componentes. Vamos, es el chip que sirve de pegamento entre las distintas partes del ordenador para que funcionen conjuntamente. Y esta BIOS sí había sido desarrollada dentro de IBM y, por lo tanto, no podía comprarse a nadie. Y copiarla así sin más desataría todo el poder de los abogados de IBM.
Aun así, dado que replicar el IBM PC sólo era cuestión de dinero y de c0piar un chip, en 1982 surgieron varios proyectos de clonar la máquina. La mayoría eran ilegales y no nos detendremos en ellos, pero en enero de 1983 se presentó el primer intento legal. Se trataba del Hyperion, un ordenador de origen canadiense que aunque era capaz de ejecutar MS-DOS no era 100% compatible con el IBM PC. En cualquier caso, sus características técnicas eran impresionantes en comparación con su precio, pero no ser del todo compatible lo lastraron y hoy en día casi nadie se acuerda de él.
Poco después salió a la venta el Compaq Portable, el primer ordenador, esta vez sí, 100% compatible con el IBM PC. Anunciado en noviembre de 1982, no fue hata ya entrado marzo del año siguiente, 1983, cuando se pudo adquirir por $3.590 este clónico desarrollado por Compaq. Al ser el IBM PC producto del ensamblaje de componentes externos, Compaq hizo lo mismo, adquirir esos mismos productos u otros que fueran compatibles. Pero… ¿y la BIOS?
Y aquí está el meollo de la cuestión. ¿Qué pasó con la BIOS? Dado que se encarga de algo tan crítico como la comunicación de las partes distintas partes del ordenador y hasta el sistema operativo se asienta sobre ella, sin una BIOS que haga lo mismo que la de IBM simplemente no habría sido posible tener un ordenador completamente compatible con el de IBM. Pero como ya hemos mencionado antes, la BIOS era propiedad de IBM y cualquier intento de replicarla implicaba una bonita demanda por parte de sus abogados, cosa que Compaq tuvo, dicho sea de paso.
Sin embargo, en Compaq también sabían lo que les iba a caer, por lo que desde el mismo momento en que se decidieron por hacer un ordenador compatible con el de IBM lo primero que hicieron fue consultía jurídica. ¿Qué dice la ley -y las patentes de IBM- sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer? Y así es cómo descubrieron el modo de hacerlo.
En aquel entonces la ingeniería inversa estaba permitida y cualquiera hacerla legalmente. Así, no era punible estudiar la BIOS, ver cómo funcionaba… pero una persona que hiciera esto, si replicaba después lo que había visto, incluso aunque el diseño fuera suyo propio y no tuviera nada que ver con el de IBM, infringiría el copyright. Las leyes son las que son y hay que cumplirlas y punto. Pero el sentido de esto es porque aunque lo hayas hecho tú se puede argumentar que estás influenciado por lo que has visto. Es decir, no es lo mismo hacer algo que no has visto nunca a hacer algo que ya lo has visto hecho y funcionando. Lo explicaré mejor con un ejemplo.
En el podcast de audio comento un par de ejemplos sobre diseños de Apple tanto para el iPhone como para el Macintosh de 1984. Pero lo bueno de los blogs es que puedes poner enlaces que seguir, así que mencionaré muy brevemente el del Macintosh que me encanta. La web folklore.org me encanta, es un blog también con varias decenas de posts contando el desarrollo del Macintosh… por los mismos ingenieros que lo crearon, por lo que todo lo que cuentan es de primera mano.
En este caso, lo que me interesa es este post sobre Do It, donde se explica que inicialmente en los cuadros de diálogo de confirmación lo que aparecía no era el OK/Cancel que estamos acostumbrados sino Do It/Cancel, y por qué hubo que cambiar. Cualquiera que viera un Macintosh y viera ese cuadro de diálogo y dijera «yo puedo hacer uno» y se creara uno igual no habría tenido esos problemas, ni gastado dinero en investigación al respecto. Por ese motivo, si hacías ingeniería inversa a la BIOS de IBM muy bien, pero no podrías replicarla y vender tu producto.
Pero lo que sí se podía hacer, legalmente, era escribir el interfaz. Es decir, si esa persona que estudia la BIOS de IBM simplemente documenta el funcionamiento de la misma -hay estas interrupciones, cada vez que se pulsa una tecla se activa esta interrupción y aparecen X bytes en un buffer accesible por aquí, etc-, eso sería legal. Porque sólo describes cómo funciona, no estás construyendo nada.
Y si otra persona leyera esa documentación, esa hoja de especificaciones, y sin haber visto siquiera un PC de IBM diseñara un chip que funcionara exactamente como la documentación dice, eso también sería legal, dado que como no has visto el original ni te han explicado cómo es, sino las cosas que hace, tú no te has inspirado en su diseño.
De esta forma, Compaq pudo replicar legalmente la BIOS de IBM. Y su ordenador tuvo tanto éxito que en su primer año llegan a vendar 53.000 ordenadores -a $3590 el ordenador son 190 millones de $ que se movieron gracias al Compaq Portable-. Y menos de un año después, en 1985, llegaron a los $500 millones en ventas, siendo la empresa que más rápido había conseguido en la historia llegar a esa cantidad de ingresos. Pensemos que Compaq se había fundado en 1982 con tres personas y $3.000 de capital social.
El imperio contraataca
La cosa es que Compaq había mostrado cómo se podía copiar el producto informático más exitoso del momento sin tener que pasar por la caja de IBM, por lo que muchas empresas se sumaron al carro de sacar ordenadores 100% compatibles con el IBM PC.
IBM no se limitó al PC original sino que fue sacando varios modelos. Dado que el PC era un ordenador pensado para la oficina, una de sus primeras apuestas fue el IBM PCJr, un ordenador presumiblemente 100% compatible con el PC original pero enfocado al mercado doméstico. IBM incluso llegó a hablar con varios fabricantes de videojuegos como Sierra OnLine -especializados en el Apple ][-, pero el ordenador tuvo muchas carencias tanto a nivel de diseño como de compatibilidad -era menos compatible que el Compaq. Quién lo iba a decir…- y fue un fracaso comercial.
También sacaron varios modelos nuevos, el IBM XT y el AT, que básicamente actualizaban componentes, con lo que también eran fácilmente replicables y desde su misma salida se convertían en el nuevo estándar a replicar por los nuevos ensambladores clónicos.
Sin embargo, dado que el mercado de los clónicos iba creciendo, en IBM empezaron a preocuparse. Habían entrado en el mercado de los ordenadores personales y desde su inicio eran el mayor fabricante -si acaso con el permiso del Commodore 64, pero ese jugaba en otra liga-, por lo que en principio no debería suceder otro caso DEC. Sin embargo, los clónicos surgían como setas y le quitaban mucha cuota de mercado. Al principio estaba bien que hubiera clónicos, porque eso expandía la plataforma y la convertía en el estándar, por lo que indirectamente beneficiaba a IBM. Pero el problema es que IBM no veía un sólo $ por cada ordenador clónico que se vendiera, y dado que la arquitectura se estaba poco a poco imponiendo en el mercado eso sí que no le parecía bien. Así que IBM decidió cambiar de estrategia y hacer que el IBM PC se convirtiera al fin en lo que debería ser siempre un ordenador IBM.
Aunque muchos componentes -procesador, unidades de disco, etc- seguirían siendo licenciadas a terceros, IBM se enfrascó en el desarrollo de una nueva arquitectura propietaria. A IBM le parecía bien el tema de los clónicos siempre y cuando le pagaran a ella por sacar ordenadores bajo el paraguas de SU plataforma. Esta nueva ni sería tan fácil de replicar ni tendría esas lagunas jurídicas que habían permitido a Compaq reírse en su cara.
Los nuevos ordenadores IBM PS/2 iban a dar un cambio de rumbo. Estrenarían arquitectura -MCA, mucho más avanzada que la ISA estándar-, chip gráfico -el VGA de hasta 256 colores simultáneos en pantalla-, nuevos conectores -¿os suenan los teclados y ratones con conector PS/2? Pues ya sabéis de dónde vienen-, nuevas disketteras -de 3 ½ de alta densidad de hasta 1,44 Mbyte por diskette-, nuevos chips de memoria de 72 contactos con más capacidad y menos limitaciones en cuando a paridad- y hasta nuevo sistema operativo, el flamante OS/2 que estaba desarrollando IBM junto a Microsoft. Y cualquiera podría licenciar a IBM los derechos y sacar su propio ordenador compatible con él. ¿Qué podía salir mal?
La industria se independiza de su padre
Por desgracia para IBM, cuando en 1987 salieron al final al mercado los IBM PS/2 no se convirtieron en el nuevo estándar como sí había pasado con los modelos anteriores, y sobre todo por culpa de IBM. Los principales errores de IBM con la plataforma PS/2 fueron:
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OS/2 sin interfaz gráfico de salida. Desde el inicio IBM sólo consideró utilizar interfaz de texto pese a los intentos de Microsoft de darle un interfaz gráfico. Por aquellos entonces Windows era un producto marginal. Finalmente en IBM aceptaron que OS/2 tuviera interfaz gráfico –Presentation Manager se llamaba- basado en la estética de Windows 2.0, pero de salida no lo tenía. Y además, Apple demandó a Microsoft acerca del look&feel de Windows 2.0. No por Windows, que como digo era un producto marginal, sino como forma de atacar a IBM dado que el Presentation Manager iba a ser igual. Si los menús y las ventanas solapables infringían el copyright de Apple con Windows, sentaría precedente para ir a por Presentation Manager.
- El tope de gama de los PS/2 a nivel de procesador era el 286. El Intel 386 ya llevaba un par de años en el mercado pero en IBM consideraban que un PC con un 386 y un sistema operativo multitarea como OS/2 le haría la competencia directa a sus miniordenadores de gama baja, muchísimo más caros y que daban muchísimo más margen que un PC.
- Pero, cualquier caso, OS/2 no estaba disponible de salida en 1987. Había que seguir con el vetusto MS-DOS.
- Y aunque hubiera estado disponible, tampoco había software para OS/2. Si el sistema operativo tardaría aún en salir, el software compilado para él -no digamos ya que aprovechase sus características más avanzadas- tardaría aún más.
- Aunque la intención era que sí, en realidad OS/2 no era 100% compatible con MS-DOS. Es decir, para cuando sale al mercado OS/2, lo hace sin apenas software propio, por lo que hay que usar versiones de DOS que nadie asegura que vayan a funcionar. Para un negocio, eso inspira total confianza…
- Las draconianas condiciones de licencia. La idea es que cualquiera pudiese licenciar la arquitectura MCA y sacar ordenadores compatibles con el IBM PS/2. Sólo que habría que pagarle a IBM por cada PC que vendieras con MCA -lógico-, por cada PC que vendieras aunque no llevara MCA y por cada ordenador que hubieras vendido en el pasado -es decir, con carácter retroactivo. Por eso de no haber visto ni un duro de los clónicos.
Este último punto es motivo más que suficiente para que nadie se plantease en serio licenciar la tecnología de PS/2. Lo de pagar por cada PC que vendieras aunque no llevara MCA se hacía para reforzar la apuesta de los licenciatarios. Si vas a pagar a IBM por cada PC que vendas en concepto de licencia MCA, entonces por qué meterle cualquier otra cosa, le metes MCA. Así, la cuota de mercado de MCA crecería y se impondría rápidamente. Y así, según la visión de IBM, por mucho que vendieran los ensambladores clónicos IBM siempre ganaría.
Este tipo de condiciones, por cierto, también las estuvo usando Microsoft, aunque no con carácter retroactivo. Microsoft te licenciaba MS-DOS para que pudieras venderlo y le pagabas por cada «cosa» con procesador Intel x86 que vendieras. No por cada PC con MS-DOS instalado que venideras, sino por cualquier cosa a la que le metieras un procesador Intel, llevara MS-DOS, DR-DOS, PC/M, una variante UNIX o lo que fuera. Esto lo explica muy bien Jerry Kaplan en su libro Startup al contar el diseño de la primera PDA de la historia, que llevaba inicialmente un 286 y Canon, la empresa que al principio iba a fabricarla, se echó atrás por tener que pagarle a Microsoft por cada PDA que vendiese.
Pero volviendo a IBM, hasta ese momento era ella quien marcaba el camino, creaba el estándar y la industria del PC orbitaba alrededor de él. Por eso IBM pensaba que volvería a pasar lo mismo con los PS/2 igual que había pasado con el PC original, el XT y el AT.
Pero entonces sucedieron dos hechos que lo cambiaron todo. El primero, la salida del Compaq Deskpro 386. Se trataba del primer PC compatible con procesador Intel 386. Era caro de pelotas -$6.499 sin monitor ni tarjeta gráfica- pero era como mínimo el doble de rápido que cualquier otro PC de la competencia, fuera clónico o de IBM -incluyendo a los PS/2-. Esto hace que sea el Compaq Deskpro 386, y no ningún PS/2, el nuevo estándar de la industria fuera de IBM.
El segundo hecho que lo cambió todo era la organización de la industria de los clónicos para mantener y evolucionar la plataforma que los había visto crecer y seguir manteniéndola abierta. Los principales fabricantes de clónicos se asociaron para mantener el PC como arquitectura abierta sin partes propietarias -de ningún fabricante de ordenadores. Esto en el fondo implicaba un traspaso de poder a Intel y sobre todo a Microsoft, pero bueno-. Así que mientras IBM intentaba volver a tomar las riendas del PC para así poder controlar la arquitectura que él había creado, esta se reveló, cortó las ataduras con su padre y decidió ponerse a caminar sola.
Epílogo
IBM no consiguió imponer ni su arquitectura propietaria MCA -aunque muchas de las cosas de los PS/2 sí que fueron incorporados por el resto de la industria como nuevos estándares- ni su nuevo sistema operativo, el OS/2, del cual se desmarcaría Microsoft y lo mantendría en solitario IBM hasta ya entrados los «dosmiles».
Compaq consiguió superar en PCs vendidos a IBM en 1987, el mismo año de la salida del PS/2 al mercado, y se mantuvo en el nº 1 hasta el 2001, año en que fue adquirida por HP.
Pero la revolución PC fue una avalancha de proporciones bíblicas. El mercado siempre tiende a homogeneizar y la única arquitectura abierta era la heredera del PC original. Al haber tantos fabricantes de ordenadores el producto se fue abaratando y siendo cada vez más difícil diferenciarse.
Como consecuencia, IBM sufrió en 1993 unas pérdidas récord que estuvieron a punto de llevársela por delante y que hizo que se reconvirtiera de fabricante de ordenad0res a empresa de servicios informáticos -que también fabricaba ordenadores-. El PC se acabó convirtiendo durante la primera mitad de los 90 en la única plataforma de ordenadores de escritorio disponible -con la salvedad de los Macintosh de Apple, la cual también estuvo entre 1996 y 1997 a punto de irse por el retrete también-. Los fabricantes de estaciones de trabajo y servidores o se reconvirtieron o acabaron absorvidos por la arquitectura PC. Sun Microsystems, Sillicon Graphics, Digital Equipment Corporation… grandes nombres que han sucumbido bajo el peso del PC de una forma u otra.