Lolocop

A la paz de dios Dende,

Ya hace tiempo que tecnológicamente hablando no me sorprende nada; esperaba a estas alturas de siglo estar rodeado de robots, montar en un naves espaciales que se controlen con la voz, lo cierto es que hemos estado algo ocupados.
En cuanto a videojocs todo es rizar el rizo un poco más sin innovar. Cosa que está bien, pero no es nada nuevo; ver que a kratos se le mueve la barba o se le hinchan las venas no aporta nada nuevo.
Esto me llevó a una etapa de la vida de aburrirmenun poco con los viciojuegos…
…hasta que llegó el puto Fran y se saca de la manga el fantabuloso «UnEpic»: un juego hecho por él solito que se micciona sobre las grandes producciones.
Con eston vengo a decir que los juegos indie son los que considero el gran avance, uséase, romper con lo establecido y ofrecer una experiencia de juego realmente entiquecedora.

Jelou a todos! Bueno, pues respondiendo a la llamada que hacéis en el «pograma» para dar a conocer nuestros mejores y peores momentos con consolas y/o ordenadores paso a comentaros los míos.
Hablemos de consolas primero, que de pequeño no tuve pero algo trasteé con ellas.
Como mejor recuerdo me viene a la cabeza la época en la que estuve trabajando como tester. Nos enviaron a las oficinas de Sony en Liverpool para hacer el «post mortem» (uséase, ver lo que les había gustado y lo que no de nuestro trabajo) de uno de los juegos que habíamos probado. Cuando acabamos la reunión nos preguntaron si teníamos alguna pregunta relacionada con el juego o con cualquier otro título, a lo que un compañero preguntó «¿Qué hay de Uncharted 2?». Los tipos de Sony se miraron y rieron y nos dijeron «¿Queréis probarlo?». Aquello fue la bomba, me hizo comprar la ps3 cuando salió el juego. No he sentido mejor emoción con una consola desde entonces.
El peor momento fue cuando salió Super Mario Bros 3 para la nes. Era la novedad del momento, todos queríamos jugarlo. Fui con mi primo a una juguetería y lo tenían puesto para que la gente lo probase, habiendo una persona controlando el tiempo que jugaba cada uno. Ahí estábamos mi primo y yo, haciendo más cola que el Dragon Khan dePort Aventura en Jálogüin. Cuando estaba probándolo el chaval que teníamos delante llaman al encargado de la consola para no se qué y en eso que aprovecha el chaval y dice «este me lo llevo para casa», apagando la co sola, sacando el cartucho y saliendo por la puerta. Y ahí nos quedamos los dos, con cara de gilipollas (aun más) flipando y quedándonos con las ganas de haberlo jugado.
Luego, si hablamos de ordenadores, la mejor experiencia que tuve fue comprar el Super Street Fighter 2 Turbo para MSDOS. Después de haber comprado el 1 y el 2 y no estar ni a la altura del popó que pisas por la calle, aquello era una maravilla. Casi lloro de la emoción. Se hizo justicia.
En cambio, la peor experiencia, creo que ya lo escribí por el foro, diría que sería cuando mis padres, que me compraban juegos de vez en cuando a su libre albedrío, sin consultar, acertando algunas veces como con el Discworld, me compraron uno llamado «El-Fish», que es un simulador de acuarios. No me jodas, un puto simulador de acuarios. Tuve que estar «jugándolo» una temporada hasta que me pude hacer con otro juego nuevo. ¿Os acordáis del capítulo de los Simpson cuando a Bart la regalan el últimísimo juego que había salido y era un truño de golf en lugar del que él esperaba? Pues ese mismo sentimiento.
Ala, os dejo, que ya he soltado la chapa y me he quedado bien agusto.